Entendemos por aprendizaje el proceso a través del cual se adquieren o modifican habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación. Pero, las cosas que se aprenden son muy variadas, como también lo son las situaciones en las que se aprende, por lo que el aprendizaje humano no puede reducirse a un solo tipo de enseñanza.
El aprendizaje escolar sólo constituye un tipo muy particular de aprendizaje entre otros muchos. Pero, no siempre ha sido así, la gente ha aprendido siempre, mucho antes de que apareciera la institución escolar. De hecho, lo que se aprende en la escuela constituye una parte mínima de su aprendizaje, que quizá sobrevaloramos.
Los individuos aprenden de maneras muy diferentes en función de sus intereses, sus posibilidades, y las situaciones en que se encuentran. El mecanismo general de formación del conocimiento está originado por una necesidad, una discrepancia, o una dificultad que puede ser inmediata o a largo plazo. Aunque, no todo el conocimiento proviene de demandas exteriores, sino que se producen también reorganizaciones internas de conocimientos anteriores que dan lugar a otros nuevos. Por ello, podemos distinguir varios tipos de aprendizaje que vienen dados por una serie de vehículos que permiten su adquisición.
Para sobrevivir en el medio, los individuos necesitan conocer una serie de características de éste y cómo se tienen que comportar eficazmente frente a ellas. Por ejemplo, caminar, atravesar la calle, preparar la comida… El vehículo principal para la adquisición de este tipo de aprendizaje se trata de actividades guiadas por los adultos, con la ayuda de compañeros, o a través de la actividad propia.
Otro tipo de aprendizaje es el que versa sobre los aspectos más generales de la vida, para dar comprender el significado de la vida y entender el orden de la naturaleza y el orden social. Naturalmente está construido sobre esos conocimientos más concretos, pero es distinto, tiene una naturaleza especial. Su función es eminentemente social y sus relaciones con el orden social son muy estrechas. Este conocimiento se relaciona también con las creencias religiosas que existen en todas las sociedades, aunque no se reduzca a la religión y sea más amplio. Este aprendizaje se adquiere a través de narraciones o rituales sociales.
Por último, encontramos las teorías científicas, donde el conocimiento es universal, sistemático y consiste en buscar las causas de los fenómenos. Por ejemplo, la flotación de los cuerpos, la evolución de las especies… Los vehículos principales de las teorías científicas son la actividad en la escuela, la transmisión de otros, o la lectura.
El conocimiento científico trata de encontrar las causas y los principios generales, y que está en continuo desarrollo, por lo que sus resultados son siempre provisionales. Sin embargo, en la actividad escolar, lo que se transmite normalmente son los resultados de ese conocimiento, convirtiéndose, erróneamente, en definitivos. Los alumnos los suelen adquirir mediante la repetición y memorización de enunciados, que no acaban de entender. En cuanto a la actividad escolar, esta restringirse a la actividad dentro del aula, no se suele trabajar en el entorno. Es decir, conocemos las cosas por lo que dicen los libros y el profesor, pero no por lo que experimentamos.
En cuanto a las narraciones, se tratan de enumeraciones de acontecimientos encadenados con un orden que tratan de transmitir una información al oyente. Posiblemente es la forma de comunicación humana más extendida; de hecho, las narraciones están presentes en cada momento de la comunicación humana. Las historias tienen una importante función en el mantenimiento de la sociedad, dan sentido a la vida social, sirven para explicar cosas, dan ejemplos a seguir en la conducta con la naturaleza y con los otros. Son un importante vehículo de cohesión social y provocan sentimientos en los que las escuchan. Es un tipo de conocimiento que atrae al oyente o al lector ya que se suelen identificar con lo que sucede en la narración. Por todo ello, las narraciones se han venido utilizando con gran éxito como vehículo educativo en la escuela.
Es importante aclarar que, como ya hemos visto, no hay un único vehículo; es decir, no hay una única forma de aprender, de adquirir conocimiento. Por lo tanto, tampoco hay un vehículo mejor que otro, sino que permiten adquirir diferentes tipos de aprendizaje; no obstante, todos los vehículos tienen tanto beneficios como limitaciones. Por ejemplo, la actividad propia tiene un gran alcance práctico pero resulta limitado ya que no perite pasar de las apariencias. Por lo que respecta a las narraciones son fáciles de retener pero son demasiado concretas por lo que necesitan ser generalizados. A su vez, la actividad escolar tiene un gran poder explicativo, pero resulta difícil de adquirir por ser abstracto y descontextualizado.
Como ya hemos dicho anteriormente, las narraciones han sido grandes herramientas didácticas en la escuela. Sin embargo, en la actualidad, existe la sensación de que están desapareciendo poco a poco de la educación para dar lugar al conocimiento científico.
Hay quien opina que las narraciones, las fábulas, las vidas de personajes o las obras literarias, que a lo largo de la historia se han venido utilizando en la enseñanza, actualmente están desapareciendo para dar paso al conocimiento científico.
En mi opinión y, teniendo en cuenta que la narración está presente en todo momento de la comunicación humana, considero que es prácticamente imposible que las narraciones desaparezcan de la educación. Ahora bien, es necesario destacar que el hecho de que estén presentes en mayor o menor medida dentro de la escuela depende, en gran medida, de la metodología del centro y del profesor.
Mantengo una opinión bastante positiva acerca de la relación entre el conocimiento literario y el conocimiento científico. A pesar de la creencia que existe de la sustitución del conocimiento literario por el científico, considero que son dos modos totalmente distintos de funcionamiento cognitivo que no pueden reducirse uno a otros, sino que están interrelacionados, completándose el uno al otro. En la narración, para transcender la historia, no basta con escucharla, sino que hay que realizar una generalización, por ello, aparece el conocimiento científico que se encarga de completar lo que deja “suelto” la narración.
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